17/02/2018
Atestíguame
Callejón sin salida. Camino recto.
Le he quitado los frenos al auto.
Intoxicado, suficiente: vista clara y el pensamiento aún más.
Vidrios estrellados, sin parabrisas, sin cinturón de seguridad.
Aire helado golpea mi cara groseramente.
Paredes de ladrillos a cada lado, urbe cruel.
Se van deshaciendo mientras paso de 120 a 140.
160, 180 kilómetros por hora. Contra la pared.
Sin parpadear, 50 centímetros de concreto nos detienen -- Aerosol plateado en los dientes, que se incrustan en la parte de atrás de la garganta, por el impacto.
2 toneladas de metal me rodean, mi prisión final.
Chorros de sangre efímeros se detienen ante la presión.
Un estruendo acaba mi vida, de manera concisa, sin vacilación. Los latidos terminan abruptamente.
Sólo queda el rechinar de los fierros que se quejan al intentar descomprimirse.
Nadie me oyó gritar.
-Isx
[texto 5 de 2018-9]
Aquí en el Valhalla no nos importa tu opinión.
No entiendes porque no eres uno de nosotros.
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