6, El fin


Ishigo Ishimaru, estás mal de la cabeza; imagen 6
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marzo 27, 2020

Fisga profesional.

El egoísmo nunca se va, ni se irá.
Disfruto haciendo esto, contigo, no sé cuánto lo disfrutes tú, ni me importa.
A veces no pienso si confío en ti, pero sé que cuando llegue el momento voy a
"tener que" matarte.
Ya llevamos un buen conteo de cuerpos. A ti te gustan diferentes, a mí me gustan pelirrojas pálidas, delgadas, bustonas, cuchillo carne por carne. [Ausencia de conjugación, contexto, objetivo]
Vi muchos videos de cirugías pero no aprendí.
Tú en cambio hasta suturar sabías. Tú sí eres la definición de autodidacta.

Olía similar al vómito cuando les abría la panza. Cuando tiraba de los intestinos para arrancarlos de la cavidad, aún estaban calientes. Debíamos tener cuidado con los jugos gástricos que quedaban. Algunas de ellas acababan de cenar.
Me gustan más las que salían a correr, todavía con su ropa para hacer ejercicio. Me gusta mucho lamerles el sudor de la piel.
A ti te gusta orinarles encima, en la cara, marcarlas como tuyas.
Al final los dos estamos impotentes, frígidos.
Frígidos. Convencionalismos no nos encienden. No siento de otra forma, ni tú tampoco.
Tu cuchillo es tu extensión, así invades y reclamas, no se te moja la vagina de otra forma. Mi cuchillo es una prótesis, corte hacia arriba para remplazar penetración sexual. Porque no me endurezco como los demás hombres, pero sí llego al éxtasis cuando su sangre salpica mi cara.
A ti te gusta cortar en cuadritos la carne ya fría. A mí me gusta despellejar, morder el cartílago.
A ambos nos gusta cocinar porque así hacemos algo útil de todo ese desperdicio.
Cumplieron una función al satisfacer nuestra necesidad oscura, antes y después de eso sirven para muy poco. Disfrutamos cocinando porque es como seguir burlándonos de ellas. Es como "No importa, ahora sólo eres un ingrediente de cocina más. ".
Me creo mucho, pero tal vez tú me mates a mí. Acepto que eso puede pasar. Tampoco me importa. Serviré para algo entonces. Seré arte cuando me cocines y decores.
Escribo en el diario con detalle, para volver a intoxicarme con sensaciones cuando lo lea otra vez. Tú prefieres tomar video, una vez consumido el hecho. Te gusta grabar el desenlace de nuestras sesiones, después de terminar, casi antes de comenzar a limpiar, cuando aún hay hilos de sangre escurriendo de la mesa, hasta la coladera.
 
Filetes empacados al vacío, con gramaje controlado, en congelador. Así concluímos.
 

Probióticos, antibióticos.

Te fuiste, y fue como si me sonara la nariz después de tenerla tapada mucho tiempo.
Desde que no estás respiro mejor.

Te lo guardaste mucho tiempo, fuiste un cobarde, casi hasta el final, cuando tomaste la decisión.
Y me dejaste con un hueco en el cuerpo, en el pecho, en la cama.

Ya pude lavar las colchas, la cama, y el colchón.
Ya no van a oler a mi humedad.
Ya me puedo meter sola a la regadera, sin interrupciones.

Ahora sé que estoy deprimida por el café, y no por tu abandono.

Pretextabas que sentías que lo podíamos lograr, y que tenías que sostener la relación.
Te sentías el fuerte.

Al desayunar, veo directamente la silla enfrente de mí, vacía. Me recuerda que no eres el amor de mi vida. Disfruto mucho el desayunar sola.
Perdiste mucho el tiempo conmigo. Tiempo y dinero.
Estuviste más tiempo que el debido.
Al final no pudimos evitarlo, y te reclamé por estupideces sin importancia.
No me contestaste.
Te fuiste sin despedirte. Me caló. No valí tu tiempo.
No merecí ni eso por todas las cosas maravillosas que pasamos juntos.
Un día llegué y ya no estaban tus cosas. Tú ya te habías ido desde hace tiempo. Ya no estabas aquí, aunque estuviera tu cuerpo.
Pero, no ver tus libros lo hizo real.
 
Ahora cocino para uno, para mí sola.
La casa de pronto es muy grande para mí, pero está bien, también a eso me voy a acostumbrar.
No te extraño en mi jardín, nunca lo cuidaste. Te la pasabas horas jugando y viendo series y no hacías nada más en la casa.
 
Se me hace difícil aceptar esto, porque se me hace difícil aceptar la realidad. Y todavía me hago ilusiones de que volverás. No sé a qué, pero soy una ilusa al ilusionarme con que volverás y será diferente.
Soy ambas cosas, respiro mejor, pero extraño esa falta de aire por tu actitud y la opresión de mi corazón al preocuparme por ti.
Te hacía dramas, porque no sé expresarme de otra forma.
No me pongo de acuerdo conmigo misma, a veces te quiero aunque sé que tú no a mí, pero no me gustaba estar contigo aunque creí que estaba bien.
No lo sé superar, me arde.
 
No me acuerdo de ninguna de las putas canciones que querías en tu funeral, perdón.
 

(Texto 13 de 2020)

diciembre 07, 2018

xSúmure

He estado avanzando la línea de tiempo. Obviamente eso tiene una repercusión.

Guardé mis garras para una ocasión especial.

Ahora sí estamos listo para verte.

Me di cuenta que me llenaba de expectativas así que decidí matarlas. Cuchillos y granadas otra vez. Y sabor a escombros en la boca, persistente.
Aún quiero que seamos amigos sin límites.

noviembre 21, 2012

Estocolmo.

Era febrero cuando me secuestraron, poco después de nuestro aniversario.
Aunque me trataron bien... no pasé hambre ni otras incomodidades... Sólo era incertidumbre acerca de si vería la luz del día una vez más.
Me tuvieron en una casa de seguridad tres días.
Usaban pasamontañas pero yo creo que no les importaba que los viera.
Todos tenían resentimiento en los ojos, menos uno.
Y lo siguiente que relato es lo que ocurrió el tercer día.

Después de desvestirme, atarme de los pies y ponerme una mordaza, me sentaron en el suelo mientras decidían qué hacer conmigo.
Sentí una mano que me levantaba mi barbilla, luego otra agarraba uno de mis pechos. De alguna forma el no ver incrementaba mis otros sentidos. No podía decirle a mis pezones que no se excitaran.
Me apretó fuertemente el otro, no sabía que me gustara, y comencé a mojar.
Me preguntó si me gustaba, no contesté, tuve miedo de mentirme a mí misma. Entonces me dio una cachetada que me tiró al piso, caí de lado, en mis rodillas, con mis palmas en el suelo, al mismo tiempo que gemí intensamente.
Supondré que a uno de ellos se le antojó lo que vio, porque oí como se quitaba la ropa.
Y comenzó a tocarme. Se acercó a mí por detrás, sentí su miembro en mi trasero, picándome con su puntita, frotando mi ano, me sentí sucia, pero eso también me excitaba.
Sus manos agarraban con firmeza, y sabían a donde ir.
No paraba su lenguaje obsceno sobre mi cuerpo, pero eso de alguna forma me halagaba. Siempre había estado protegida de eso, no lo había experimentado hasta ahora, y como él mismo lo dijo, mis pezones se pusieron duros y demasiado sensibles. Asocié la voz con el que no tenía ese rencor en sus ojos.
Él casi estaba acostado sobre mí, paseando su mano por mis pechos que respondían a los estímulos y me descubrían sensaciones casi olvidadas. Su pene seguía punzando, provocándome, sin estar adentro me contraía y dejaba fluir mis jugos, sólo presionando contra mi piel íntima, mojándome también con su punta.
Me acarició la espalda y por reflejo subí más mi trasero.
Esa fue la señal para él, bajó sus manos a mis nalgas, las agarró con firmeza, y me abrió con sus pulgares, y sentí como se introducía tan naturalmente hacia adentro de mi lubricada vagina.
Sentí alivio de que, al menos, quien fuera a hacerlo me lo hiciera con amor.

Estaba muy sensible, tenía mucho tiempo que no lo hacía.
Y la sorpresa me dolía, pero no podía dejar de disfrutarlo.
Mis piernas se contrajeron solas, a mi vagina le presentaron esos movimientos tan diferentes a los de mi esposo(de quien ya los conocía todos), no bruscos, sino delicados, pero firmes al mismo tiempo, como de alguien que sabe exactamente lo que hace.
Y la confianza en sí mismo me hacía confiar en él.
Así que me rendí.
Me apoyé con mis puños en el suelo y bajé la cabeza. Entonces él me tomó de la cadera con ambas manos y se empujó con más fuerza dentro mío.
Mis contracciones se coordinaron con sus latidos, puso mi mano bajo mi clítoris, mis movimientos hacían fricción automática. Y ya no pude contenerme. Apreté los puños, exhalé y gemí a través de la mordaza. 1, 2, 5, 7, 10, 15 orgasmos, consecutivamente. Dejé de contar. Él seguía embistiéndome con su falo duro, de pronto me jaló el cabello y puso su otra mano en mi hombro, me lo metía más fuerte, supe que iba a terminar.
Entonces sentí las pulsaciones y el rocío caliente que lo acompaña, y sentí que explotaba yo también.
Me soltó del cabello y del hombro.
Yo caí rendida.
Todavía estaba palpitando cuando me lo sacó.
Y no se quitó de encima de inmediato.
Me lo puso entre mis glúteos. Yo ya no podía pensar bien.
Disfrutaba los últimos momentos, con su respiración agitada, después de haber saciado su instinto.

El cuarto día llegaron los policías, abatieron a tres de mis secuestradores, luego me enteraría que eran parte de una banda y que los habían capturado a casi todos.
Meses después, alguien entró a mi recámara cuando no estaba mi marido, usaba un pasamontañas, pero reconocí los ojos...

septiembre 09, 2012

Íleo Matriz

Anunciabas tu llegada de manera brutal.
Jamás en la vida había sentido tales malestares internos. Ni siquiera...
Los órganos eran presionados y mi sistema reproductivo se quería imponer.
Terminaba tu gestación hacia el comienzo de tu alumbramiento.
Y era inevitable, así como yo, tú no emites falsas alarmas.
Sentía un dolor que resonaba en todo mi ser, una pausa entre la vida.
Se crea desde el momento de concebir, mas parir es una prueba difícil para mantenerla.
Sentía un dolor que anulaba todos los demás.
Y los fantasmas no paraban gritándome.
Sentía cuchillas ardientes saliendo por mi vagina abriéndome la carne.
Sentía un par de hojas afiladas estériles dando paso a mis fluídos carmesí.
Los instantes parecen horas y las horas se vuelven días.
Fui de las afortunadas cuya labor fue breve.
Sólo otra vez he estado así de exahusta, cuando tomé muchas vidas.
En el aire se mezclaba el olor de los intestinos accidentales y equipamiento médico.
Manos frías y pulsos firmes pretendían sujetarme la carne.
El instinto era fuerte pero las drogas también.
La guardia no bajó en momento alguno.
"Sabes que podrías morir." "Sabes que él podría morir. "
Aún no sales de mí, todavía no estás fuera de peligro.
Se manchó de sangre la cama. Se manchó con mis viscosidades también.
Pero nada me importa como el dolor.

Sólo quiero que acabe.

Eres mío, te tuve con dolor.
Y hubiera dado mi vida por tenerte.
Con cada doloroso espasmo sentí tu corazón, y te sentí llegando a este mundo.
Después incrementaron la dosis, y todo se pierde entre bruma...

Y cuando se disipó, las cicatrices aún ardían. Me dijeron que habías muerto, pero mentían, los fantasmas me dijeron que tú seguías viva.
No tienen derecho de alejarte de mí. No después de lo que pasé por ti. Contigo.

Volví a despertar, con vendas y grilletes en mis muñecas. Acordarme de ti me causa cólicos.

agosto 20, 2012

Vientre pesado


No es amor lo que sientes, son mis hormonas, procurando que sobrevivas.
Cada día a la hora de la comida pienso en hundirme el cuchillo.
No sabes cuánto te aborrezco por existir.

Eres un error.
Eres un descuido.
Eres un pretexto.
Sólo eres un pretexto.

Aún así, no es tu culpa directamente. Tu alma inocente no sabe en qué lugar del mundo vino a caer.
Pero yo soy mala, y te odio.
Tanto o más que a tu padre.

Es su culpa por quererme junto a él.
Dos personas no deberían estar juntas sólo por alguien más.
Debiera existir un lazo invisible que les una, no un lazo carnal.

Y cada día me recuerdas del error que fue no terminarte en su debido tiempo.
Las náuseas.
Los antojos.
La incomodidad.
Las ganas...
Pero todo eso no sobrepasa mi imaginación decadente en donde caes hecho trizas.
El doctor te saca a pedazos, yo estoy dormida.
Me da las noticias al día siguiente creyendo que me pesará tu ausencia.
Yo sólo le pregunto si el legrado me costará más.

Pero no te mueres.
No dejas de latir, y hasta sincronizas tus latidos con los míos a veces. Es que estás enfermo, no sabes qué herencia te dimos.
Tú estás cómodo en tu piscina oval ignorando el horror del mundo. Ignorando incluso el rencor que te guardo desde el momento de tu concepción.
La barrera de hormonas no te deja percibir mi odio, y, carente de conciencia o malicia, no tienes pesadillas.

Y a la hora de la comida pienso en acabar contigo violentamente, pero sé que dolería, y mi vida sí me importa. Y tu padre sólo sonríe y ya no me pregunta nada porque sabe mis respuestas. Sabe que esto acabó pero se aferra a una fantasía instantánea que compartí con el en otra vida.
Y tú eres el resultado del seguimiento que él, necio, le quiso dar.

Para lo que me sirvió.

Él es malo también, se aprovechó de mí.
Pero eso no lo sabrás aún, ni su familia lo sabe, pero lo sabrá.

No sabes cómo te odio.

mayo 28, 2012

Cadena alimenticia


Vi: Voy a bajar de peso, y me pondré bien buena para que todos me hagan caso. 
Ix: Cuando te pongas bien buena te dejaré de querer.
Vi: ...
Ix: Ya me pasó antes, que se sube a la cabeza y se cree más sólo por estar "más bonita"
Vi: Me lastimas...
Ix: Y a mí me lastiman las incertidumbres
Vi: ¡¿Eso qué tiene que ver?!
Ix: Te estoy avisando. 

mayo 25, 2012

Brenda


Ese primer concierto...
bailamos hasta que las lágrimas dejaron de salir...
Me arrepiento porque no entendieras mi conmoción...

Ix.

No es porque tu nombre empiece con I.
Ni porque tu otro nombre empiece con I.
¿Recuerdas? Dices que no.
Yo lo recuerdo. La espuma estaba sucia, el mar sangraba.
Mi madre conocía a la tuya.
Una de mis tías era hermana de una tía tuya.
Pero no nos conecta la sangre.
Tú no lo recuerdas pero platicamos mucho esa vez.
Era en la tarde viendo al mar.
De las primeras personas que no me interrumpían al hablar.
Ese niño era muy tímido.
Sepultamos esa identidad con una pala y un machete.
¿Recuerdas cuando morí? Yo sé que ese día sí lo recuerdas.
"2 metros" decías. "2 metros... creo..." Ni tú ni yo sabíamos.
Y plantamos un naranjo en donde enterramos a esa pobre chica.
Años después me enteré sus padres la seguían buscando.
Fue la primera vez que cavamos juntos.
La misma complexión y el colgante de mi madre.
"Georgina yace aquí" escribimos 13 años después.
¿Recuerdas? Ya se viene su aniversario.
¿Recuerdas? Viajé al DF para las falsificaciones.
¿Recuerdas? Te presumí el volver a nacer.
¿Recuerdas? Di a mi hija en adopción.
¿Recuerdas? Tus visitas a la clínica.
¿Recuerdas? Te peleaste con los doctores y los llamaste "unos puercos". Y se hizo tu frase entonces.
Yo lo recuerdo, la espuma estaba sucia. La luna a medio llenar.
Pedazos de carbón regurgitados por la marea.
El segundo día fue más breve, recortado. Pues te tenías que ir.
¿Recuerdas? Sigo siendo de los pocos parientes que nadie menciona. Y con razón, se supone que estoy muerta.
Yo sé que no lo recuerdas, ni por la segunda vez, cuando comimos mariscos y tus modos especiales. Y nadie te entendía. Me pregunto si eso cambió.
La enterramos y plantamos un naranjo arriba de ella. Y le intercambié dos muelas con las mías.
Esa nocha la luna estaba a medio llorar.
Es porque nos conocimos en Ixtlán. La familia de mi padre era de Colima. Fueron mis últimas vacaciones ahí antes de mudarnos otra vez.
Ya no me culpo por su muerte. Sólo la encontramos, ¿recuerdas?
Estoy aprendiendo a olvidar, tú estás aprendiendo a no recordar.
Y años después los caminos se volvieron a cruzar.
El porvenir languidecía doloroso y deprimente para quien lo contemplara.
Quién más, sino nosotros.

Quizá no lo recuerdas, la memoria es engañosa. Y entonces éramos otras personas.

mayo 19, 2012

El día que desapareciste.



Te busqué en hospitales.
Te busqué en la morgue.
Te busqué hasta en tu casa.


Me vacié un tazón de ensalada de zanahoria en la cabeza. De esa que tiene piña y nuez y crema.
Dos amigos tomaron fotos y luego me vertieron leche encima.
Sólo entiendo que es arte y tristeza.
Las lágrimas hacen una franja morada bajo los ojos debajo de la regadera cuando fui a limpiarme.
Y les dije que no me tocaran.
Mis amigos reían, sobretodo ella.


Cuando estoy desnuda huele a látex.
Cada dos días, casi no sudo por las pastillas y el clima en que vivo.


Aún recuerdo el dolor cuando desperté y tenía los tornillos en la mandíbula.
Aún recuerdo cuando despertó en la mesa de operaciones y le había atornillado la mandíbula. Respiraba rápidamente por el pánico y la confusión.
Le dije que sabía lo que sentía, todavía no me había quitado todo el metal de mi boca.
Y seguí atornillando y sus gritos ahogados me excitaban.
Y seguí apretando hasta que la boca se me llenó de sangre. Entonces la quité de la mesa y le corté en la pierna.
Recuerdo tus ojos el primer día.
Recuerdo sus ojos el segundo día. Cómo se iban apagando de vida al igual que su calor corporal.


Busqué en tu cuarto alguna pista pero sólo encontré las cintas de todas las chicas que maltrataste.
No sé por qué me excitaba al verlas. No podía dejar de verlas. Me masturbé con el control remoto.
Me gustaba todo lo que les hacías. Cómo les abrías heridas y metías tus manos y sacabas sus interiores.
Me gustaba ver cómo las golpeabas brutalmente. Me gustaba ver cómo las penetrabas después de horas de estarlas provocando.
Me gustaba verte comerlas.
Me gustaba ver cómo las bañabas con sangre de alguna otra chica anterior.
Pero mis videos favoritos fueron los de las mujeres embarazadas.


Me prometiste que habría más como yo.
Más semillas.


Parece como si hubiera sido hace tres días que hace seis meses no sé de ti.


Ese día era sábado, y también llovió.


Ese día fui a un club, bailé y tuve sexo con un desconocido.
Se lo hice tan fuerte que lo lastimé.
Le robé su cartera y celular.


Me desensibilizaste y por eso ahora no me importa toda esa gente para la que modelo. Así como no importo para ellos.
Un día portaré una bomba y me los llevaré conmigo.


Tú sabes por qué no tengo mascotas.
Soy demasiado curiosa y por eso pasé un tiempo encerrada.


Te busqué un número exacto de horas.
También como ese día, hace tres que golpeé una tipa hasta dejarla inconciente.

mayo 17, 2012

"El Origen"


"Cómoda sin ti. 
Enclaustrada en mi propio espacio, y a ti no te tiene que importar. 
Imágenes violentas rompen la agonía, los ojos en mis manos lloran sangre y gritan perdón. "

Sólo veo a la que no está aquí, a la ausente, a la enmascarada que pocos conocen. Y ni siquiera tú. 
Temo que podría haberte dado mi corazón muy pronto. 
Si te dijera que ya sabía que terminaría tu relación, ¿me creerías? ¿me habrías hecho casi si te hubiera dicho en ese entonces que terminarías con él? 
Cierro un ojo. 
Me deshago en llanto fugaz sabor uva. Gritos familiares y golpes en la endeble división de madera. "Ya cállate" dicen, "Debimos llevarte a terapia" dicen, "Debimos pegarte más para que aprendieras" dicen. 
Aquí no estás y hay un vacío entre mis piernas. 
La sangre en el piso se cristalizó en conmemoración. 
Mis familiares no inmediatos se enteraron de mi vida. A mí qué más me da, puedo prescindir de todos ellos. 
Blanco y negro. Cierro un ojo y las imágenes no paran de fluir mareándome con sus fuertes aromas inapropiados. 
Mis manos no se cansan de llorar, no, no se cansan, de llorar no, no, no se cansan de llorar. 
Pinté las paredes y cerré mis ciclos. Y padeces de cáncer en la sangre y no me lo confesaste. 
Y no te perdono por ser tan perfecta y preciosa y morir en mi cumpleaños como juraste que lo harías. 
Ciertamente hay un hueco en donde iba mi corazón. Mi alma te busca en el helado mar de almas perdidas. 
Hoy sólo respiro oscuridad y las paredes me relatan todos tus secretos, pero en desorden. No lo entiendo. 
No puedo hilar más allá de esas cuatro palabras que siempre repetías en secuencia. 
No es esto lo que querías lograr. No es aquí a donde querías llegar. 
No, no hay más que esto, sino esto. 
Estás lejos y me pregunto si me escuchas aunque guardo silencio. 
Pero has logrado el éxito y te has olvidado de mí. Me has dejado atrás. 
No estás aquí y si estuvieras te diría que no me sirves para que te volvieras a ir. 
Existes entre mis dimensiones pero no he podido comprobarte imaginaria. 
Nadie me cree que eres parte de mi imaginación. No, he llegado a convencerme yo misma que eres real. 
Y si existes, no formas parte de la balanza. Porque el miedo se ha convertido en dolor y me pesa el vientre hacia náuseas. 
Hay una poca de luz intacta por las veces que me convenciste de hacer sin considerar... Y he caído en tu juego vil sin que tú ya estés aquí. Repito mi realidad para darte la versión que quieres. He encargado que alguien cuide tu lápida aunque tu cuerpo no yazca en penumbras bajo tierra, descomponiéndose. 
No lo sé, lo ignoro. 
¿Qué clase de serpiente eres? Me gustan tus colores. Soy inmune a tu veneno, ya ves. 
Ha sido muy larga la explicación y no merezco que me leas esta noche, tarde, día. 
Caracol, espiral. De mar, de tierra, de viento. Eres de fuego y yo de madera. Me haces daño. Me consumes. Pero no puedo dejar de ser adicta a ti. 
Es algo orgánico que desciende en mí. Siempre desciende. Por los pies salen líquidos magenta que nunca te daré a probar. 
Sin destrucción no hay. Es, me falta argumento. Son dolores de soledad. 
¿Cuándo se volvió tan inapropiada la discreción? Me critican por mi voz baja. 
Y me hacen detestarme tanto que me grabo otra letra griega en el brazo. 
Después no tendré manera de explicarles por qué decidí transformar mi pesar emocional en decoración corporal. 
Ha sido larga la explicación y no deseo trascender ¿por qué no te vas? 
Lo peor es que me consta que me entiendes y no querrás irte de mi vida... 
no tienes, no no tienes, no la tienes, no tienes una idea de cuánto te quiero... 
Te mataría...
Las costras estallaron. Ninguno de ustedes me importa. Estoy sola en mi cuarto. Mi cama está en la esquina. Duermo entre líneas y formas y colores limitados. Cierro un ojo y veo gris. No me acostumbré a dormir acompañada, no logro conciliar el sueño... 
Sé que estás enamorado de ella, aunque seas un poco mayor. Ella sabe que le gustas, las mujeres notamos esas cosas. Pero no tiene idea de lo profundo que llegan sus raíces en ti. Morirías. Te mataría, si ella o tú me lo pidieran. 
Te mataría... ¿Pero quién me mataría a mí? 
Estoy muy drenada para seguir esto...

Sólo soy el reflejo de una de tus amigas nuevas. 
He quedado marcada por la ocasión en que nuestras pieles se conocieron. 

abril 01, 2012

Feral Imperial

Se me salen los colmillos y quiero sentir como friccionan contra carne fresca aún latiendo.
Querrías saber por qué iniciaría un revuelo en el club; sabiendo las inseguridades de las aproximadamente 20 personas con quienes me he involucrado espiritualmente estos meses, jugarlos es fácil, sólo necesitan un incentivo para atacar.
Cualquier persona puede hacer lo que quieras con la motivación correcta.
El caos me atrae y su confusión me divierte.
Agujas.
Son fáciles de ocultar.
Un golpe en el lugar indicado mientras finges indiferencia.
De pronto hay un círculo de personas discutiendo entre ellas.
Debes ser suficientemente inteligente para no incriminarte directamente.
Qué mal.
Llegué a apreciarlos un poco.
Qué mal que todos sean del montón, cuando están ebrios se comportan como la mayoría.
Qué asco.
Y me alimenté del rencor y las envidias que se tenían mutuamente.
Y sólo aprendiendo a convivir fueron alimentándose entre ellos su cizaña.
Pues, llegas a detestar a alguien tanto por vivir tan cerca y tanto tiempo, que le llegas a necesitar para seguir con vida.
Necesitas algo o alguien a quien detestar.
Así son los humanos.
Pronto con mi puño los haré desaparecer.
Sólo quedará polvo que será disparado al espacio para formar parte del hielo cósmico que circula como la sangre del universo.
Antes de amanecer yace mi víctima en la cama esperando algo diferente.
O pero deberías saber mejor, que yo no soy una de ustedes, y sólo me interesan los rocíos carmesí y rubí que salgan de ti.
Una daga corta es lo más personal que consigo antes de los dientes.
O pero no te cubras el cuello, es mi lugar favorito.
La adrenalina va bajando al igual que los trozos de carne cruda por mi garganta.
A ti no te agradeceré, víctima anónima.

marzo 22, 2012

Te soñé ♥


Tuve uno de esos sueños lentos, tibios.
Inconsciente pero vivo yacías.
Y no despertabas mientras arrancaba las venas de tu cuello con mis colmillos.
Y con mis manos iba despegándote la piel del pecho.
Apliqué fuerza con mi codo y logré romperte las costillas.
Tu corazón latía hermoso salpicándome carmesí.
Mis manos no me dolían del esfuerzo, ni estaba temblando. Lo ves, logré superar mi nerviosismo frente a ti.
Soñé que mis manos te esculcaban por dentro y apretaba tus órganos internos.
Tus pulmones tienen un raro color.
Adentro apestas, pero logré controlar el sueño.
En la euforia te partí en dos, tu piel salió volando y las paredes se embarraron con tus vísceras rasguñadas.
Me encantaste, pero no superas a las anteriores. Las mujeres estallan diferente.
Sonrío. La sangre escurre por mi barbilla. Gracias por no despertar, me habrías arruinado la fantasía perfecta.
Después todo ardió. El olor de la carne quemada, y la sangre fresca es embriagante, alucinante.

enero 18, 2012

Shattered Schatten


Hace mucho tiempo existió alguien. 
O tal vez en el pensamiento de alguien existió alguien más. 
El caso es que si lo imaginas, es posible, aunque improbable en la mayoría de las realidades, al menos en una las leyes de la física y la química, la lógica y las naturales se adecúan para que lo que imaginaste se haga realidad. 
Y ríes. 
Y toda esa gente que mataste en tus sueños está muerta en un lugar lejos de aquí. 
Tan lejos que ni volviendo a nacer mil veces estarías estadísticamente más cerca de poder alcanzar. 
Aún así, por estas mismas reglas del universo, podría suceder. 
Si la energía y la materia no se crea ni se destruye, estamos en constante transformación. 
Y debemos pensar más allá de este universo. 
Debemos incluir los universos paralelos que para la posibilidad del pensamiento, son infinitos. 
Así, los universos están en constante expansión y contracción. 
Y las realidades se mezclan unas con otras en diversidad incuantificable. 
Hace mucho tiempo existió alguien. 
Los amigos imaginarios sólo lo son por un cierto tiempo. 
Después regresan al lugar de donde vienen si los dejas ir. 
También está otro tipo de amigos que no son imaginarios pero nadie más que tú los puede ver. 
Nos referimos a ellos como "Acompañantes invisibles". 
Y son reales, los hayas hecho tú o no. 
A veces no los quieres a tu alrededor. 
A veces se escaparon de las grietas de otras mentes y tú les gustaste para quedarse junto a ti. 
A veces son propositivos y te ayudan en la vida hasta que aprendes a valerte por ti misma. 
Realmente no desaparecen, ni se van, sólo trascienden. 
Esta realidad, aunque tangible y aparentemente impenetrable, es más fácilmente trascindible de lo que parece. 
Sólo tienes que soñar. 
Tengo un amigo que ha estado construyendo una ciudad en sus sueños desde que destruyó el universo anterior que había ahí. 
Y las reglas son diferentes para quienes las quieran tomar. 
Hace mucho tiempo existía Marianette, dentro de un espejo roto. 
Dentro de poco tiempo existirá una caja vacia donde poder ocultarme. 
Si descienden en mí entidades que afectan mi comportamiento, ese es el límite de lo imaginario. 
La psicología y la psiquiatría tienen sus límites porque se dedican a medir lo incuantificable. 
Y aún así, sí les es capaz contener algunos modelos de mentes, mentes pequeñas claro está. 
Los que nos salimos de la caja y rompimos el molde, tenemos bastante daño como para repararnos mediante esos métodos. 
Algunos no lo piden.
Yo personalmente sé que mientras me mantenga ocupada estaré bien. 
Si lo imaginas, es imaginario hasta cierto punto aquí. 
No lo es en algún otro lugar. 
Así como hay billones de personas en el mundo, al menos una es la correcta para ti. 
No estás solo en "estar solo" dice Kate Havnevik, y tiene razón. 
Dos personas solitarias no están más acompañadas por estar juntas, tan sólo comparten su soledad. 
Para algunos eso es suficiente. 
Si uno se rinde de querer más, deberían dejarlo en paz. 
Nadie debería decirle a otros como vivir. 
No hay forma correcta y única para hacerlo. 
Si lo imaginas, es real en otra realidad donde las circunstancias de las leyes naturales así lo han permitido. 
Quizá yo soy solamente el conjunto de imaginaciones de las personas que creen haberme conocido. 
Quizá soy solamente un colectivo de ideas que cobró vida propia. 
Si todos se olvidan de mí, ¿desaparezco completamente?
Quizá ya lo hice. Quizá estás imaginando todo esto. 

noviembre 10, 2011

Broken Unspoken.


You left without telling me. You just confused me but, I got it at the end.
I know where you are now and I'm gonna miss you. 
All the things left unspoken. All of us are really trying to hold on. 
It's hard. Living is hard. 
I go on, somehow. 
Purple and red colors flying thru me. 
I'm tired. 
Really tired of all of this. 
But, as he says, we can not escape. 

Hoy, dentro de 18 años


Voize aquí. Me quedé pero decidí viajar también. 
No tengo muchas cosas qué hacer. Mi vida se resolvió y ahora debo averiguar cómo no aburrirme hasta las cortadas.
Es difícil. Vivir es difícil. 
Cerca de mi empaque vacío, porque sólo puede haber una, es lo que dijeron. 
Viajando en paralelo por el tiempo con mi ángel guardián. 
Estoy a dos o tres horas de distancia.