Abrí los ojos, y te vi.
Abrí los oidos, y te oí.
Presté atención. Y contemplé.
Te puse atención. Y te observé. Y te escuché.
Y te vi crecer y comulgar. Te vi morir y hacer guerra.
Te vi forjar amistades y forzar paz.
Te vi nacer y comerte a los tuyos.
Como todos los males, me repito a mí mismo.
Y me quiero morir, y te quiero destruir.
Brillo en un cielo que no tiene sol.
Sangro y lluevo sobre tierra muerta.
Ardo y lloro sobre gente extraviada.
Y tú no me escuchas a pesar de que yo te amé.
Y no puedo despertar a pesar de que yo creé todo esto.
Y sus voces tan pequeñas no me tienen entretenida.
Me ahogo en sangre que hierve y arde mientras tú sigues en tu cruz.
Y cuando desperté vi el mar.
Y cuando bajó la marea, vi tus cadáveres, y reí mucho.
Pero yo ya estaba muerto.
Muerto en vida.
Vivo caminando en eterna combustión gracias a ti. A tu castigo.
A mi arrogancia. A querer ser como tú.
Gracias a ser tu hijo y querer estar a tu lado. Y hoy descubro que tú eres el más arrogante; pues no puedes permitir a alguien a tu lado. Por eso siempre estarás solo.
Sigue dormida, sigue teniendo sexo con todos. Sigue comiéndote lo que no te gusta. Sigue teniendo pesadillas que nos lastiman. Porque el mundo es tu víctima.
Siempre lúcida, camino entre flores rojas. Y el sol brilla en mi cara. Y la luna brilla en mi mano. Y el mar sopla en mi oreja. Y el desierto resopla en mi vientre. Y la humanidad grita por auxilio. Y yo les amo tanto que les mando mares de sangre. Para que ahoguen sus preocupaciones. Para que naden solos. Para que aprecien a Dios. Para que renuncien a Satanás. Beban y envenénense hijos míos, porque yo me comeré al último de ustedes para morirme también. Y nos iremos juntos al infierno, que es un lugar bonito en esta época del año.
Sostengo la hoz junto a tu cuello, porque quiero verte morir. Quiero verte ahí por mí. Quiero ver el amor en tus ojos, y verlo desvanecer junto a tu vida. Ojalá hubieras entendido, ahora ya no importa que no seas como yo. "No existe el mucho en un te amo", pero yo te amé demasiado. Y no existes, sin amor. Quiero comerte. Quiero rebanarte y comerte. Y que te pudras. Y te descompongas y enterrarte. Quiero que seas mi última esposa. Y quiero vivir cien años pensando en ti. Y quiero intentar remplazarte y despedazarlas también. Y encontrar mil doncellas que no entiendan tampoco y comérmelas también. Y comerme sus órganos y hacer un traje de su piel, y pretender ser tú. Sostengo la hoz contra tu cuello, y veo tu pecho latir, y tu emoción y excitación me hacen empujarla más, hasta que salpicas. Y veo los orgamos y la muerte en tus ojos. Y después de mil doncellas muertas siempre serás mi favorita. Y cuando vaya a dormir susurraré que aún pienso en ti por haberme hecho una chica muy feliz.
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1 comentario :
Siempre me pregunte, ¿qué te inspira? Quiero seguir leyendo, pero mis ojos quieren cerrarse y dormir. Un beso Ishy.
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