Vientre vacío.

Cada año, alrededor de esas fechas, tengo los mismos sueños.
Forzan su salida con metal frío. La alejan de mí.
Entre sangre dolor y gritos no alcanzo a conjurar su nombre.
Me quedo hincada con las intravenosas aún pegadas, agonizante.
El doctor se acerca en la siguiente escena y dice cosas que no entiendo, sólo al último "estable".
"El producto" -pregunta el hombre. "No se salvó." -Pero miente el doctor.
No es producto de mis alucinaciones sicopáticas.
Me diagnosticaron mal la esquizofrenia.
Cada año la busco entre bazares, pero Mila no está.

La comida no sabe tan bien.
Las risas no son tan disfrutables.
Los orgamos no me hacen sentir plena.

Cada año, voy a tu recinto. Y te maldigo por haberte suicidado.
¿Por qué no me tomaste a mí también?
Siempre fuiste un egoísta.
Sólo me quedo con los sueños, de un futuro perdido. Sin ti, sin mí, sin ella.