septiembre 25, 2012
Íleo Terebelle~
No me importa lo que me hagas mientras me duela hasta gritar.
Se fue desvaneciendo de negro a un túnel difuso.
Como si me pusieran manteca en los ojos.
El sabor del desayuno continuaba entre mis dientes.
Ponte otra barrita de goma en la boca.
"Mis procesos son diferentes" tienes puros pretextos.
A veces no te doy de comer porque me gusta cuando te duelen.
Se abre la muñeca como todas las veces anteriores. La sujetan las pinzas para realizar la cirugía.
Si lo haces con profesionales, hay menos desperdicio.
En realidad ellos son tan adictos a la sangre y a las tripas como tú.
Desensibilizarse, deshumanizarse, y por último desdemonianizarse.
Queda tu alma pero está muy rasgada.
La comida no sabe tan bien.
La quietud sólo permite que tus traumas te ataquen.
Cuando tengas razón...
No puedo pensar con este dolor, suelo digerir todo bien.
Incluso una vez disolvente de pintura, accidentalmente.
Los platos son para mezclar colores.
No dormir dos noches seguidas.
El vidrio en medio de las venas otorga desmayo.
Piedritas incrustadas en el antebrazo por el impacto. Sobreviviste al choque.
Que es más de lo que puedes decir de la mayoría de los participantes en la carambola en la carretera.
1997.
2003.
2011.
Ese tiempo cuando viviste solo. La independencia te supo bien. Te quedó bien. Como si la vistieras. Le dabas buen uso.
-Te quejas de la gente que tiene dinero y no lo aprovecha. Tú tienes cerebro y no lo usas al máximo.
-La gente con dinero lo puede regalar, yo no puedo hacerme más tonto, no sin embriagarme mucho. También, tú no me vas a decir cómo pensar. ¿... Pero si lo que quieres, sí, me detesto muchísimo por eso.
Regresaría en el tiempo y perdería unas 20 personas en mi vida actual para yo estar mejor.
Demï dijo: "No me importa mi familia mientras yo esté bien". A veces concuerdo.
Imagina masticar vidrio. Tragarlo. Ahora multiplicalo por diez.
Ahora multiplícalo por una semana. Ahora por cincuenta y cuatro. Ahora por veinte.
Las drogras siempre son suficientes, apenas.
El vidrio no tiene sabor pero cómo duele en mis riñones.
Justo antes de que termines de despertar, los mareos aún no llegan-
Las horas pasan rápido y te tambaleas entre analgésicos y ácido licor-
En este lugar eres libre porque a nadie le importa lo que eres-
Sólo quiero golpearlos mis uñas se encajan en mi palma-
El dolor no importa mientras reciba más y más-
Tengo prisa no tengo prisa no quiero morir-
Me duele la mandíbula de tanto apretar-
Me siguen golpeando pero no dejo de sangrar-
Se me comprimen los intestinos -algo revienta -no me importa mientras reciba más y más dolor en los brazos y piernas-
Sobreviviste al choque, qué me importa si debo vivir con este dolor, los demás no corrieron con esta misma suerte-
Todos los días cada día la ves a la cara, en el espejo te sonríe y tú no puedes hacer nada-
Todos los días 2 minutos antes de tomar las pastillas-
La hoja no ha sido removida, demasiado cerca de la espina-
¿De qué estás hablando? nadie está aquí-
Rasguñas las paredes, estás cerca de la frontera-
Aprietas los dientes, no hay salida de esta situación-
Es adrenalina y es terror y sabes que hoy podrías morir-
La música no se detiene, no tendrías por qué hacerlo tú-
La música no se detiene, no lo hacen ellos-
No me importa mientras me duela otro lugar-
Y no me quiero acordar, sigan bailando a mi alrededor-
No me lo tomo personal ni lo haces tú, el dolor es mutuo y nos hace iguales-
Hay belleza en esta danza de violencia instantánea que te ruego con mis puños en tu cara-
Al otro día tendré costras en mis piernas, hoy no me importa-
El veneno que me tomé no mató mis nervios, no dejes de moverte o te aplastarán-
No te preocupes pronto acabará.
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Cuento corto:
Y cuando desperté, seguías muerta.
Fin.
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