Hay constante dolor, fluyendo para todos lados.
Así se siente. Y me acostumbré.
Porque soy veneno, humo y vapor.
Y estoy bien porque sé que no estoy haciendo infeliz a alguien. No le estoy haciendo daño.
También me convencí...
Me gustaría estar equivocado.
Hay tanta pasión, que no cabe en un solo cuerpo. Y termina haciendo estragos en esta alma tan descuidada.
Deja de quejarte y sal a buscar.
Y si estás "tan cansado", ¿por qué no te suicidas? Ya me hartaste.
El suicidio siempre es una opción, aunque te digan lo contrario. Es que ellos no saben.
No son como nosotros.
Sólo sonríes mientras la punta del cuchillo descansa en la comisura. Y gira, y gira. Y se va evaporando el contenido etílico de tu carne.
¿No es lo que querías, estar aturdido siempre? Para no pensar. Para no hundirte.
Está el cuerpo ahí tirado, y voy a seguir pateando porque no se defiende.
Hay tanta tristeza, que ya nada me divierte. Pero no pierdo objetividad.
De verdad, me gustaría contártelo... Pero no has llegado.
Sólo estoy aquí en mi cuarto sin terminar, en mi miseria, y con muy poca voluntad.
Sólo continúo porque puedo.
Ishi, humo y vapor.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada
(
Atom
)
No hay comentarios. :
Publicar un comentario