Cada año vengo a verte.
Bueno, a sentir que vengo a verte.
Realmente no estás. Ya no estás.
Me gustaste mucho, y me la pasé muy bien contigo.
Lástima que terminó así.
Así, con tu vida.
Las circunstancias cimentaron tu línea de tiempo.
No hay accidentes, sólo consecuencias.
El azar es justo, y te llevó.
Nunca tuve luto por ti, porque te acepté como eras, por lo que eras en mi vida.
Prácticamente nada, una apreciada distracción. Dulce para los ojos. Dulce para los oídos.
Me gustó haberte conocido en vida.
octubre 30, 2019
E.
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