Supongo que prefieres casarte con alguien que no te quiere que estar sola.
Que ni estás sola, pero has convertido a ese infeliz en tu mundo, en tu centro, en lo que más importa.
Vales más, te mereces más que ese intento, pretexto, patético pedazo de "hombre" que no te quiere.
Si te quisiera, te preguntaría cómo estás, cómo te sientes,
que si ya comiste,
te diría que qué bueno que te va bien el trabajo,
sería alguien que te apoya,
que te ayuda en la casa,
que limpia el desorden que deja,
que te hace de comer de vez en cuando,
pero no,
él no hace equipo contigo, ni lo hará,
ha encontrado su comodidad contigo,
con que tú le sirvas,
porque eso eres para él: una sirvienta.
Está cómodo con que tú lo quieras y no ve por qué él tiene que quererte,
no te considera para sus decisiones. Por eso planea y sale los fines de semana sin ti, porque no le importas.
Y mientras los demás alrededor estamos esperando a ver cuándo te desapendejas y dejas a ese imbécil,
estarías mejor sola, pero cada día que no te decides es otro día que pierdes.
Pero si te lo digo, vas a reaccionar como "que por qué me meto, si es porque me cae mal",
y con razón, ya fueron muchas las veces que te hizo enojar y llorar,
tú quizá lo perdonaste, yo no tengo qué hacerlo. Y no se me van a olvidar.
No quiero tener nada que ver con él.
Por eso no apruebo esa unión.
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