Probablemente me molesta que de alguna forma aprendiste algo de mí, y no lo bueno, y ahora lo apliques en mi perjuicio.
-Que no seas mejor persona que yo, que te amoldes a mi actitud egoísta y apática.
-Que sea esa apatía la que nos lleve al abismo,
bueno,
te lleve a ti, porque yo ya estoy ahí, sólo saqué un tentáculo con espinas del cual te enamoraste.
No sabes qué estás haciendo aquí, ni lo sabrás cuando todo termine. En el futuro cortaré y te quedarás con esa extremidad inerte, fría, y que tardará en descomponerse por estarle aún circulando químicos de los que me alimenté, desde hace siglos antes de conocerte. Amargo, así me supo por siglos, y me acostumbré, también al sabor de las personas que caían en la grieta.
Quién pinche chingados te crees para amar a un monstruo.
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