"Así como te encontré, así me gustaste.
No quiero que cambies, si no es por ti.
Yo te elegí a ti, no elijo lo que haces.
Así como eres, te acepto."
Allá afuera, esto lo ven mal,
allá afuera, para lo poco que me importa.
Si también me tienes a mí,
no necesito,
decido, y elegí esto. Y no quiero más.
Eres suficiente, y no soy suficiente para ti.
Por eso soy uno de los dos.
Mejor así, para los tres, así estás haciendo feliz a otro,
aquí mi egoísmo no aplica, porque mi egoísmo es para lo que me pertenece,
y las personas no son pertenencias.
Así tú me elegiste a mí también,
aún antes de saber cómo pensaba,
antes de saber que, más allá de "aceptarlo",
que haces lo que quieres, y ahí no tengo opinión.
Y si haces cosas que me molestan, también lo digo.
Pero de esto, que estés con dos personas, y yo sea una de ellas,
no me molesta en lo absoluto.
No nos prometimos "fidelidad" de la tradicional.
No te dije de cosas que no te podía dar.
No te hablé de virtudes que no tengo.
Te conté de mis males y malicias.
De mis vicios y manías.
De mi alcoholismo, de mi grieta.
También así me aceptaste, porque, bueno, no estoy todo el tiempo roto, ni en un charco.
octubre 26, 2023
Ninguna promesa.
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