Ya llegaste
y las fauces ya se abrieron
para recibirte.
No eres más que una carga,
una responsabilidad,
siempre tienen
que estar cuidándote.
¿Por qué no aprendes a nadar?
¿Por qué querrías ahogarte?
Es que no me aprecias,
no la aprecias a ella,
ni lo aprecias a él.
Ya llegaste, y el corazón
es todavía de cristal.
Ya llegaste, y tus latidos
no son para nadie más.
~~
Continúa, pero ven la idea.
agosto 15, 2015
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