(I)
Ella ya se había acostumbrado a que no la miraran a los ojos. A que se dirigieran a ella con adjetivos ofensivos. Pues, Fran no era bonita. Aunque tenía un cuerpo bien formado, lo que le ayudó a conseguir trabajo de secretaria rápidamente, eso y sus talentos, pero claro, el abuso verbal continuó, como sea, eso es en el futuro, aún estamos en el presente/pasado cuando cursaba la preparatoria.
Sus ojos se habían cansado de llorar. La única hora buena era la hora de la comida, porque su familia olvidaba sus problemas. Claro que el padre era un alcohólico golpeador. Claro que su madre era una cutter y burner negligente de sus responsabilidades. En su casa no se hablaba de depresión. No se hablaba de los problemas. Su padre ganaba suficiente para mantenerlos, y que ella y sus dos hermanos estuvieran en la escuela.
Fran era la mayor, de ahí le seguía un hermano, y luego la hermana menor, que después fallecería por una enfermedad de sus órganos. Su hermano le seguiría, pero por otras causas más brutales.
En fin, eso no sucede aún, sólo te pinto el panorama para que no te sorprendas.
En la escuela Fran tenía sólo dos "amigos", uno de ellos bastante nerd, que era el que le hacía plática. Y la otra le hacía caso sólo cuando no andaba con sus otras amigas, las "populares". Fran sabía muy bien que ella no era una verdadera amiga, sólo se juntaba con ella porque era inteligente y en los trabajos en equipo siempre quedaba sola. Incluso su amigo Mario tenía facilidad de palabra y quedaba en los equipos aunque no fuera excepcionalmente inteligente. A diferencia de Fran, que sufría depresiones constantes pero ya se había acostumbrado. Incluso un tiempo se cortó, pero sin resultado, así que lo dejó.
Antes de terminar la prepa, se formaría el mal hábito de fumar.
(II)
Un poco de antecedentes. Y es que la primera vez que Mario y Fran cruzaron palabra, ella le cayó mal. Fue el primer año, la primera semana, un jueves en la tarde. No hacía calor particularmente, pero el sol se alcanzaba a deslizar por los cerros que se distinguían a lo lejos por las ventanas de su salón. Por poco y no quedaba en la escuela, Mario llegó tarde al examen de admisión, y pagó su colegiatura el último día en el último momento. Mario era hijo único, por lo que le contaba a Fran, aunque de pronto mencionaba un hermano menor que ella no sabía si había fallecido o era medio hermano que veía a veces. Su padre trabajaba en un taller, y su madre era ama de casa que vendía ocasionalmente productos de catálogo entre sus conocidos. No tenían mucho dinero, por eso fue el último día que pagó su inscripción en la escuela. Para Fran estas eran circunstancias de vida que no importaban en el orden general de las cosas. Ella tenía prioridades diferentes, quería salir de la escuela e independizarse, y sacar a sus hermanos de la casa.
La otra "amiga" de Fran, realmente estaba en un salón diferente y la transfirieron empezados los cursos. Su padre era diputado o una cosa así de la política, por lo que no le faltaba el dinero pero sus padres estaban separados y vivía con su mamá, en una casa modesta pero cómoda, según lo que le había contado a Fran. Se juntaban varias chicas a la hora del receso, así se conocieron, Belém notó que Fran era rara desde el principio. Belém la invitó a comer una vez porque no tenía muchas amigas entonces, pero Fran no pudo ir porque sus padres no la dejaron.
Secretamente, Belém fumaba, mientras que Mario se embriagaba los fines de semana como los adolescentes promedio.
En el segundo año ya andaban más constantemente juntos entre clases, y se buscaban para trabajos en equipo. Estas tres personas a pesar de ser muy diferentes y quizá tener muchos roces se combinaban bien, y sacaban buenas calificaciones cuando estudiaban juntos.
Los padres de Fran se habían juntado muy jóvenes. Y a pesar de lo deteriorada que estaba su relación habían acordado silenciosamente no separarse. Quizá fue esta inmadurez por parte de su madre que aún tenía crisis emocionales. Al principio a Fran le asustaba entender tan bien a su madre, y pensar que se volvería como ella.
Cada vez que su padre llegaba ebrio a casa, se molestaba mucho por cualquier cosa. La madre de Fran pagó muchas veces las consecuencias, aunque ella se atribuía la culpa de todo. Fran, por ser la mayor protegía a sus hermanos, y quizá este ambiente hostil propició que la relación entre los tres fuera buena. Se tenían sólo a ellos mismos.
(continuará)
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