6, El fin


Ishigo Ishimaru, estás mal de la cabeza; imagen 6

marzo 18, 2012

Pastillas de silencio.

No existes, así que no leerás esto.
No estás aquí para detenerlo.
Ahora, no te cuento cuando me corto. No te cuento cuando dejo de comer a propósito.
Ahora sólo hay silencio.
Hay un límite de cuánto me pueden provocar antes de que estalle como la bolsa viscosa de vísceras que soy.
Tal vez lo mejor sea no contarte.
Tal vez lo mejor sea no ausentarme.
No dar razones para preocuparte, ni que me extrañes, porque no hay problema difícil o imposible aquí.
No te cuento cuando mi autoestima está por los suelos y sólo quiero sangrar.
No te cuento de mi plan, no te cuento de mis miedos.
No te cuento que me siento humano a veces.
No te cuento cuando muero de ganas de llorar y gritar y rasguñar las paredes hasta romperme las uñas.
No te cuento de mis dolores de cabeza.
Ahora, sólo hay silencio. Y no deberías preocuparte.
Y no existes, así que no lees esto.
No estás aquí para detenerlo.
Tal vez lo mejor sea pretender que no me sucede nada.
Tal vez lo mejor sea demostrar que estoy vacío.
Tal vez lo mejor sea despedirme de ti desde ahora.
No te cuento que me da miedo la vida y quiero morir.
No te cuento que esta realidad no me satisface y no pertenezco a este tiempo y lugar.
No te cuento de cuando me enojo tanto que me dan ganas de vomitar.
No te cuento de las veces que estoy tan enojado que quiero romper y quemar todas mis cosas y a mí también.
Ahora hay silencio, porque no existes.
No te cuento de las veces que la tristeza es abrumadora y no quiero seguir respirando.
No, porque nada de esto importa realmente.
Ahora sólo hay silencio porque me conoces demasiado, sabes que todo mejorará eventualmente.
Y sabes que no siento incertidumbre; si he de morir, lo haré antes de estar desesperado.
Sabes que todo esto carece de importancia, sabes que mis sentimientos son muy intensos y me confunden, sabes que me considero a mí mismo como "poca cosa" porque me conozco demasiado bien.
No te cuento que soy una mala persona y al final muchas personas me detestarán.
No te cuento cuando deseo con todas mis fuerzas no haber nacido.
No te cuento sobre mis condiciones mental y física, ni los resultados de mis exámenes médicos.
No te cuento porque no te interesaría saber.
No, ahora sólo hay silencio.
Todo se resolverá, me encargaré de eso, no voy a ser una carga para nadie mucho tiempo más.
Ahora sólo hay silencio.
Me trago mi dolor.
Me callo y me trago mi dolor.
Me trago mi enojo, mi angustia y mi dolor.
Y no te cuento que dejo que la depresión me consuma porque no me importa suficiente vivir mucho tiempo más.
Me quedo callado.
No te cuento que detesto a ese ser que me mira con lástima en el espejo todos los días.
Me callo y me trago mi dolor y mi autodecepción.
Me ordeno callarme y hacerlo.
Me ordeno salir.
No te cuento que me forzo a vivir porque me detesto.
No te cuento de lo mucho que me detesto.
No te cuento que soy feliz en sueños porque no tengo que lidiar con la realidad.
No te cuento de lo mucho que me gustaría ser útil o tener una habilidad que me ayude en la vida.
No te cuento que me gustaría tener un lugar donde pertenezca.
No, ahora sólo hay silencio, porque no existes.
No te cuento, y quizá sea lo mejor. No quiero que pienses nada.
Porque nada de esto importa.

No hay comentarios. :