Suena la alarma temprano, cuando aun no ha salido el sol.
Me sabe a ti la boca, me has quitado esa individualidad.
Me levanto, aún mojada entre las piernas, ya estoy activa pero no sé por qué, no trabajo.
Nos hago de desayunar, porque al menos eso sí me importas, no quiero que te mueras.
Paso al baño, en la regadera me desvisto.
A veces me abordas en la ducha, y me penetras. Haces que mi baño tome más tiempo del que pensé.
Como y no sonrío porque aún no he despertado, no son las 9.
A veces me invades mientras duermo.
Tengo que cojerte todos los días para que estés feliz.
He llegado a la conclusión que mis sentimientos no importan.
Tenemos un borde de la cama mojado por la humedad que emana de mí.
Cuando me hablas siempre tengo que poner atención.
Cuando hablo sé que te importa, pero a mí no, sólo hablo porque quiero oírme. Me da lo mismo si se te olvida después.
Igual
no me perdonas cuando se me olvida algo que me contaste, o si por
cualquier motivo no registré todas tus frases en mi memoria.
Absolutamente todas tus frases.
mayo 15, 2019
Recibo esta menta.
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