Deliberadamente me pongo en situaciones de presión para sentir que tengo que superarlo.
Me aplico la aguja yo solo.
"Me las ingenio" es mi frase.
Sé que no estoy hundido, ni se me caen las paredes encima.
Te dije, tengo más que lo que podría querer.
Un poco más, empujar un poco más este cuerpo hacia adelante hasta el siguiente periodo de descanso, cuando ataré un par de pendientes.
Extiendo el brazo, pero no estás ahí.
Aparece la otra aguja.
Puros pinches pretextos.
Ya se agrietó la piel de tanto sol, olvidé beberme la crema humectante.
10:52 a.m. 25/03/2020
Con el vientre abultado de tanta carne cruda que comimos.
Tú serás mi hogar.
Volteamos y ambos expresamos nuestra confusión por sus acciones.
Abrimos una puerta en el árbol. Y nos guardamos ahí. Y ahí seguimos.
Salgo cuando las raíces quieren invadirme la espalda. Por eso tengo esas cicatrices.
Le dije que no puedo ser suyo, no soy una pertenencia.
Abandono un cuerpo más que carcomí.
Aún hay resentimiento que no digiero. Aprieto los dientes, aprieto el puño, me causo gastritis.
El dolor también es un camino. No me oyes quejarme porque me hice a la idea.
Lo uso de trampolín, para impulsarme. Así como tú usas a las personas, como escalones.
También se me seca la boca, se me seca el cerebro.
Se me secan las ideas, estallan en llamas, estallan en veneno, y púas de acero, púas de vidrio.
Cuchillo de obsidiana, cerca de mi corazón. Daga de roca lunar, en mi otra mano, en tu mano.
Te entrego mis armas favoritas, con las que me puedes destruir.
Con las que me debes destruir.
Días contados, noches eternas. Anhelamos carmín, anhelamos pus.
Una mano en su cuello, un cuerpo sin latir. Pálida y fría. Y que lo confundan con crimen sexual.
Sí tengo preferencia porque eso me causa más satisfacción.
¿Cuántas veces me has leído eso? ¿Cuántas veces te he confesado mis crímenes?
Atravieso el dolor, nunca lo supero.
11:14 a.m. 25/03/2020
Cuando te reinicié, no te comportabas como lo hacías antes.
Tuve que reconfigurarte durante un año para que regresaras a mi estado ideal.
Y ya no te pusieras a "exigir" "derechos". Que si eres de mi propiedad, no los tienes, ni uno.
Es que me gustaba verte bailar.
Me gustaba lo que seguía de eso.
Me gustaba desperdiciarte. Tenerte arrumbada en una esquina acumulando polvo. Y después abusar de ti ferozmente por furia de la cual no eres responsable.
Le guardo rencor a la original de ti por morirse. Y me desquito contigo.
En el taller pedí que te pusieran un esqueleto reforzado, para no contenerme al forzarte, sabiendo que resistiría. Y que no te quitaran la característica de los moretones. Son una prueba de que no sirvo para una relación de pareja. Un recordatorio de que no debo hacerme ilusiones de estar con alguien.
Cuando te adquirí pague el extra por el aumento de anatomía, porque eso nunca me satisfizo de tu original. Les quedó bien, no tuve queja.
Me gustó programarte todas tus comidas favoritas y luego pretender que no lo sabía mientras me lo contabas. Y hacerte probar cosas nuevas.
Fue una decisión rápida para mí, terminamos peleados, y luego fue y se murió en un accidente de autos la muy idiota.
Todavía seguí enojado con ella un buen rato aunque tú estuvieras aquí frente a mí con tu sonrisa que iluminaba el cuarto, la casa, la cuadra, dispuesta a todo.
Con tus ansias artificiales me hacías olvidar que no tenías corazón. Bueno, eso tenemos en común.
Y nunca se te iba la sonrisa, no importando cuánto te madreara, hasta que se me cansaban los brazos y me ardían las falanges. Así que te tuve que programar para que también aparentaras depresión, y callaras. Y se me hizo muy difícil dibujar esa expresión de desesperanza. También me gustó que te quejaras sólo los primeros segundos de ese tratamiento, después se te iba la mirada, la boca, la voluntad al suelo. Te dabas por vencida. Comprobabas mi incapacidad de sentir empatía. Es que sé que no eres. Pareces, pero no eres. Y nunca lo serás. No lo podrás ser, porque no lo eres. Porque no se puede. Sabiendo eso, nunca me contuve.
Me gustan los días tranquilos también, cuando sólo estás paseándote por la casa, sin decir nada, sin interrumpirme, y a veces acompañándome en lo que hago. Si me dan ganas me desahogo contigo, y después de eso me pongo a hacer otra cosa yo solo.
Cuando llega la noche, te pongo en tu esquina, porque me acostumbré a dormir solo.
03:18 p.m. 25/03/2020
Tengo sueño.
Quiero irme a dormir y que pasen algunos años, a ver si la gente ya avanzó en su forma de pensar -que lo dudo.
Y despertar y consumirlos, en cualquier caso.
03:27 p.m. 25/03/2020
No aprendí a poner bueno títulos.
05:11 p.m. 25/03/2020
Ya no se me hacen estrellitas los ojos.
05:30 p.m. 25/03/2020
(Texto compilado 12 de 2020)
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