Contenido original

Encontré tu corazón en mi plato de comida.
Nadabas entre leguminosa, y
cada vez que me siento solo bajo al sótano a verte en tu frasco. Y te observo.
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El origen quiere romper su salida rascando los sellos. La magia pura carece de color, ella no sabe, es instinto, es locura.
El contenido original se filtra por el pegamento debajo de los símbolos en katakana.
Elijo esto, es final, es principio, es continuidad.
Olvidé como pronunciar tu nombre correctamente, y me abofeteas al escuchar mi boca fracturar tu magnanimidad en dos, tres partes convulsionadas.
Estás aquí, pero como a las alas de ciertas personas muchos no te pueden ver.
No, no son los ojos los que no ven, es el cerebro que no lo puede traducir, y ha decidido que ver los fantasmas y otras criaturas no tangibles no tiene validez, no te sirve en esta efímera realidad.
Y sin menospreciar la grandeza de la vida, que todo abarca, terrible, dual, casi mágica.
El mundo es orgánico, y tú eres parte de él, ella.
El cerebro no lo entiende, lo descarta.
Te resbalas de mis manos al otorgarme una visión del futuro. Te estrellas en el piso. Y tu grito al escapar casi me ensordece.