6, El fin


Ishigo Ishimaru, estás mal de la cabeza; imagen 6

febrero 23, 2021

Oquedad.

 

Ya estaba pasando tiempo y yo extrañando el sentirme insuficiente, innecesario, incapaz,

ya no me habían regañado ni dicho cómo hacer las cosas bien.

O mejor, o como deberían ser.

Opaco esa resequedad interior, ese vacío frío, adquiriendo materia, te lo había dicho.

Que no sé si me las merezco pero las quiero.

 

\2.

 

Ya sé lo que dije.

Por eso, esta es una confesión.

Esas células esparcidas piensan el absurdo de que estaremos juntos ella y yo.

Esas células esparcidas tienen el código grabado para seguir perdidamente enamorado de ella.

Énfasis en perdidamente. Énfasis.

Cargan con la idea absurda de que hay un presente alterno ahí. Aquí. Allá.

Sabemos bien que no lo hay.

Cada noche que pienso en que puedo estar con alguien acuchillo a esa persona en la que esa idea trata de convertirme.

A veces pienso que puedo estar con alguien, esa idea trata de convertirme en alguien, procedo esa noche a acuchillar a esa persona, y se van apilando los cuerpos en el subconsciente en medio del bosque.

Es injusto para las demás; hay un hueco en el coranzión que ninguna otra me podrá llenar. Siempre faltará esa pasión, que ya y hasta siempre sentiré por alguien que no me hará caso.

No aplicaré un pseudo enamoramiento conveniente con otra sólo para que me cocine.

 

.2/

 

No siento apego por esa materia que adquiero.

Tan fácil decido tenerlas como venderlas.

De todos modos el vacío permanece, lo maquillo o adorno con sonido de vez en cuando.

Cuando me acuerdo que existe, cuando decido ponerle atención, lo decoro para fiesta.

Y pastel.

Y me como yo solo mi pastel.

E ignoro los demás sentimientos, aunque quieran entrar, aunque quieran humanizarme.

Y sonrío aunque sepa salado, me deseo un feliz loquesea, apago las velas, apago la luz, me duermo con sabor a betún en la boca.

Y deseo desaparecer.

 

\\

febrero 17, 2021

Escarcha en las venas.

 

Escarcha en las venas,

repentino, al despertar, cruje levantar los brazos.

Ya no quiero luchar.

Ya no quiero luchar contra esto.

Hoy dejaré que el cáncer gane, y la depresión conlleve a que la infección se expanda a otros órganos.

Me dijo mi terapeuta,

que debo mantener actitud positiva,

me dijo.

15 años y no ha aprendido que yo no cambio, que el futuro sombrío es el único paisaje que puedo pintar, no importa cuántas veces me pida esa tarea.

A veces hay árboles, pero se mueren, a veces llegan personas que dicen que se interesan en mí, pero se van.

Se hartan de mi actitud. Yo me harto de mi actitud. Por eso ahora mejor hablo una nube de veneno desde el principio para que sepan que esta ponzoña mental es permanente, esta carencia de tacto es el resultado de saber que no viviré mucho tiempo sumado a la lástima que recibo de las personas que creen saber por lo que estoy pasando. Ellos qué van a saber, si no se tienen que conectar a una máquina 5 días a la semana.

Escarcha en las venas, va cortando, moretes en los brazos. Nuevas decoraciones que no puedo presumirle a nadie.

Hoy dejo que la depresión se apodere, no voy a cenar.

¿Es lo que querías leer, Rocío?


 

{el nombre de tu mejor amiga}

 

Probablemente me molesta que de alguna forma aprendiste algo de mí, y no lo bueno, y ahora lo apliques en mi perjuicio.

-Que no seas mejor persona que yo, que te amoldes a mi actitud egoísta y apática.

-Que sea esa apatía la que nos lleve al abismo,

 

bueno,

 

te lleve a ti, porque yo ya estoy ahí, sólo saqué un tentáculo con espinas del cual te enamoraste.

 

No sabes qué estás haciendo aquí, ni lo sabrás cuando todo termine. En el futuro cortaré y te quedarás con esa extremidad inerte, fría, y que tardará en descomponerse por estarle aún circulando químicos de los que me alimenté, desde hace siglos antes de conocerte. Amargo, así me supo por siglos, y me acostumbré, también al sabor de las personas que caían en la grieta.

 

Quién pinche chingados te crees para amar a un monstruo.