Zigma

La verdad no soy feliz.
Tengo más de lo que quise.
Tengo más que lo que podría querer.

Perdí mis alas. Y he perdido muchos brazos.
Y he perdido mucho tiempo.
La transformación se ha tardado demasiado.
Me han dejado atrás mis hermanos, en sus cráteres.
No sé cómo fui a aterrizar aquí. Con cáncer.




Los siento royendo mi corteza. Pululando entre mi savia. Chismeando sus errores, con sus pequeñas voces que no alcanzan a generar gran dolor, pero sí me mantienen despierto.
Años, décadas... Hasta que ya me siento seco, como la primera vez. Como cuando anhelaba la lluvia después de la tormenta de fuego. Resistí. Pero, ¿para qué?

Y es que no pensamos antes del viaje, y es que no dependía de nosotros.
Éramos apenas unos niños cuando nos expulsaron. ¿Qué responsabilidad íbamos a tener?

Arpón, fisga

Casi no me sirves.
Disfruto golpearte, lo disfruto en verdad.
No entendí lo que mi compañero me decía...

-Sí, a veces discuto con mi esposa.
-¿Y no te la madreas?
-... [pasmado]
-a veces hay que ponerlas en su lugar.

... hasta que ocurrió la primera vez, mis puños en tu cara, mis manos en tu cuello, mis pies en tu costado.
Y te callaste. Te quedaste quieta. Como que entendiste que no se va a hacer lo que tú dices.
¿Para qué chingados estás conmigo si me vas a estar haciendo dramas por pendejadas?
Ya sabes como soy yo, o ya deberías saberlo. No me junté con una estúpida, ni con una niña retrasada que no entiende las cosas.
Que creo que entiendes las cosas, como que yo no voy a cambiar.
Ya sabías que tengo muchas amigas que me quieren mucho, y que me gusta salir con ellas.
Yo ya hacía todas estas cosas por las que ahora te enojas, cuando empezamos a salir.
Quizá tenías la idea de que iba a cambiar. De que iba a sacrificar mi libertad por estar contigo.
Si tuviera que hacer eso, entonces no vales la pena.
Pero disfruto cojerte, así que me voy a quedar hasta que me aparezca alguien mejor.
Tú también podrías hacer lo mismo, digo, de todos modos casi ni me sirves.

[Demï_H.]

E.

Cada año vengo a verte.
Bueno, a sentir que vengo a verte.
Realmente no estás. Ya no estás.
Me gustaste mucho, y me la pasé muy bien contigo.
Lástima que terminó así.
Así, con tu vida.
Las circunstancias cimentaron tu línea de tiempo.
No hay accidentes, sólo consecuencias.
El azar es justo, y te llevó.
Nunca tuve luto por ti, porque te acepté como eras, por lo que eras en mi vida.

Prácticamente nada, una apreciada distracción. Dulce para los ojos. Dulce para los oídos.


Me gustó haberte conocido en vida.