Ya tiene rato que no estamos bien.
Tiene un rato que no estoy bien.
Solo,
contigo,
es lo mismo estos días.
Por eso salgo tanto entre semana, no estoy buscando, ya encontré;
Estando con ella, me vuelvo a dar cuenta que puedo estar mejor, quizá solo, o con alguien más, y estar bien.
Que no tengo por qué quedarme en este cardo, en esta incomodidad de llegar a una casa, que ya no es un hogar.
Donde sólo me recibe la frialdad, la indiferencia, y los silencios.
Sabías desde el principio que soy feliz con poco. Pero de poco, a nada, sí hay una diferencia.
No puedo voy a quedarme contigo sólo por tu cuerpo, no importa cuántas personas te "apoyen" en twitter e instagram.
Cuando tienes suficientes 'seguidores', digas lo que digas, por más estúpido que sea, alguien va a estar de acuerdo.
Y eso de quedarse con alguien y "aguantarle todo sólo porque está bien buena" de cuerpo, es una razón física, material, incompleta.
Ya te desconsideré de mi vida, tú tienes un rato que lo hiciste.
Y no vamos a ponernos de "tú me hiciste esto, yo voy a ser peor haciéndote esto",
no estamos en la secundaria, no bebo el mismo veneno que tú.
Ya tomé una decisión. La decisión difícil y correcta de seguir con mi vida,
sin ser tu maleta, tu retén, tu lastre, tu "perro que sigue huesos" según tú, según quién, gente que ni nos conoce.
La decisión de dejarte en paz y buscar la mía,
y que te levantes a la hora que quieras,
y que recojas tu tiradero de la sala cuando tú quieras,
y que alimentes a la tortuga cuando te acuerdes, bueno no, a Emma me la llevo porque a ti no te importó.
Aquí soy el villano, si tú quieres.
Soy el malo, échame la culpa.
Te abandono, aunque tu corazón me abandonó antes.
Tus pensamientos ya estaban en otro lugar, con otra persona, mucho antes de que yo pagara esa cuenta en el restaurante, donde me dejaste, porque "tenías algo que hacer en la casa".
Terminé la cena solo, no me importó, porque la comida estaba muy buena y muy cara para desperdiciarla o arruinar mi noche por eso, y entonces mi corazón todavía estaba ciego ante la situación obvia.
Pero no te habías ido de la casa, seguiste ahí, quizá esperando que yo hiciera algo,
y luché, Dios sabe cuánto lo intenté.
Pero no aceptaste mi esfuerzo:
"Ofreces muy poco"
se te salió en esa discusión acalorada, ya con 2 copas encima me revelabas tu verdadero pensar sobre mí.
Pues esto soy, sé que no es suficiente, pero es todo lo que tengo.
No es suficiente? Tampoco lo es para mí. Por eso voy a mejorar, pero no para ti, no para un "nosotros" que ya no existe. Mejoraré para mí.
Para estar bien, y seguir bien, conmigo mismo.
Antes tenía esa ansiedad, querer estar con alguien, querer llenar ese espacio en mi vida, y entiendo a quienes aún lo quieren.
Eso cambió. Los químicos en mi cerebro ya son una mezcla diferente.
Hay mucho rencor, te lo aseguro. Mucho resentimiento que toma formas afiladas.
Pero me culpo a mí más por permitir tanto tiempo esto, cuando pudimos estar mejor separados.
Esperabas que hiciera algo, pues ya lo hice.
Me quedo en mi casa, tú regresas a la tuya.
No espero que te mudes rápido, tú sabrás cuánto tiempo te quieres tardar.
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