6, El fin


Ishigo Ishimaru, estás mal de la cabeza; imagen 6

marzo 08, 2024

Todas las promesas.

Cuando llegué a este trabajo, sólo tenía intención de trabajar.
Pero al poco tiempo vi que tenían grupitos que se oponían unos con otros.
Yo estaba en el grupo de mi familia, que teníamos cierta influencia en el negocio.
Y directamente encontrados con nosotros, otro grupo, de gente corriente, simple, arrabalera.
Lo describo, no los critico.
Ellos también tenían influencia pero querían tener todo el control y poder.
Me cayeron mal porque lo querían hacer a la mala, y para perjudicar a otros. Incluso entre ellos se ponían el pie.

Conocí en ese trabajo a una chica que me llamó la atención,
que me llenó el ojo.
Se me hizo muy guapa y simpática y la traté, y nos hicimos amigos.
Luego me enteré que era parte de ese otro grupo,
y que a veces, incluso, hacía las mismas chingaderas que ellos.
De nuevo, lo señalo, no la critico porque quizá ella no conocía otra forma de hacer las cosas, como, la legal, la buena, la correcta.
 
Mi familia se enteró pero lejos de enojarse conmigo, vieron una oportunidad,
ya vi yo que ellos tampoco eran palomitas blancas, pero estaba muy chico también.
Querían hacerles daño, a través de ella, de alguna forma, y yo era el medio.
 
Lo discutíamos entre la familia, causarle ese perjuicio a ellos.
 
Se les ocurría lo más obvio y fácil, que yo jugara con sus sentimientos, y luego le rompiera el corazón.
Pregunté,
"Entonces, la embarazo o qué?"
Me dijeron que sí, que le hiciera todas las promesas, y que la dejara.
Que al cabo, al final, nos íbamos a ir.
Me iban a ayudar a protegerme de esa situación.
Eso me hizo sentir mejor porque yo no quería comprometerme tampoco.
 
Entonces continué tratando a esta chica.
Y por lo que ella me había contado,
me había confiado, aunque quería tener novio,
su meta principal era procrear,
tener un hijo,
un "bebé", su "bebé arcoiris", como tan ridículamente lo dijo.
Ridícula.
 
Pues,
la fechoría,
difícil no fue.
Por como era ella de ilusa, me hizo caso,
me creyó las promesas que le hice, que la iba a querer y a cuidar siempre,
además estuve respaldando mis palabras porque, como me estuvo yendo bien en el trabajo,
el dinero no fue problema, para deslumbrarla con salidas a restaurantes, con regalos, con transferencias.
Mi familia me prometió que me reintegraría lo que yo gastase con ella.
A mí solamente me interesaba el dinero, por lo que continué.
Y no tardó mucho en acceder a ir a mi departamento, para entonces ella ya había caído redondita.
Fueron varias ocasiones que tuvimos relaciones, en algunas la emborraché y le mentí sobre que usé condón, cuando no fue así.
Un par de meses después, lo supimos porque no le bajó la regla.
Yo usé todas mis capacidades actorales y fingí estar feliz. Decidimos no contarle a su familia todavía, porque eran asquerosamente religiosos y nos iban a querer obligar a casarnos.
 
Antes de que pasara otro mes, y su familia sospechara, terminó la temporada, y nos fuimos. Le dije a ella que nos íbamos de vacaciones familiares, lo que haría evitar sospechas de por qué salíamos de la ciudad con tanto maletal, y como el único lazo entre ellos y nosotros era yo, ya con contarle a ella, se iba a hacer el chisme para que no sospecharan. Y por lo mismo de estar con la familia, le dije que se me haría difícil de repente contestar el celular. Yo sabía que ella quería ir, pero no la iban a dejar irse con nosotros, "a pesar" de ser ya básicamente familia, porque entonces tendrían que viajar ellos, y eso no lo iban a hacer porque "les comían el mandado" si se iban de este negocio. Pensé que a ellos les alegró que nos fuéramos, ellos pensaban que por poco tiempo, y se aprovecharían tomando más control del negocio, pero no sabían lo que nosotros ya habíamos hecho.
Corté comunicación con ella desde que me subí al avión.
Por el chisme de las vacaciones, fueron algunos días que no intentaron contactarnos, pero como ya no me comuniqué con ella, sí les dijo que estaba embarazada, y antes de que terminara la semana, pusieron una publicación en facebook.
Nosotros ya estábamos muy lejos. Ya no supieron de nosotros.
En cambio, nosotros sabíamos que ella no iba a abortar, porque, como dije, que eran religiosos, no se lo hubieran permitido.
Y así fue, ella lo tuvo, su estúpido "bebé arcoiris", un despojo también parte de mí, qué asco.
Supimos más cosas, como que nos buscaron un tiempo, para intentar hacerme responsable. Pero nosotros ya no estábamos en el país.


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